El término mitómano está constituido por raíces del griego. En efecto, en primer lugar el formante mito- proviene de μῦθος, μῦθου(pr. mýthos, mýthu) cuyo significado es mito, relato, historia, fábula y el formante -manía que proviene de μανία, μανίας (pr. manía, manías) que significa locura, extravío.
Por lo tanto el concepto correspondiente a la etimología de esta palabra es la locura o enfermedad mental del mito, la fábula.
Clase: adjetivo, masculino -o / femenino -a, singular // sustantivo, masculino -o / femenino -a, singular.
En cuanto a la definición de esta palabra, como adjetivo es lo relativo o perteneciente a la mitomanía.
En cuanto al sustantivo, para la Psicología es aquella persona que padece o tiene tendencia a la mitomanía. La mitomanía es una tendencia a desfigurar la realidad, contar cosas fabulosas o mentiras. Existe otra acepción también que se refiere a la tendencia de mitificar a personas, generalmente famosas, o cosas.
Pero es con el primer significado que la Psicología aborda este trastorno llamado también pseudología fantástica. En él la persona afectada tiene la conducta reiterada de mentir, lo que en lo inmediato, lo convierte en foco de admiración. Puede ocurrir que la persona que sufre de mitomanía pueda tener la intención de engañar o estafar o no, pero lo que realmente le importa es moldear una realidad o deformarla para contar una historia que sea llamativa en cuanto a su persona.
Si bien, el mitómano hace lo imposible para no ser desenmascarado, cuando esto pasa, y se sabe de la falsedad de sus historias, termina sufriendo el efecto opuesto de lo que buscaba, ya que sus conocidos, amistades y familias comienzan a rechazarlo y a dejarlo solo por sentirse engañados.
En un principio las mentiras pueden ocurrir por omisión o por falsear de manera espontánea la realidad para evitar un castigo o para excusarse por cierta impuntualidad, o por el cumplimiento de alguna tarea. Esto da como un beneficio inmediato que se lo disculpa y esa es la razón por la que al ver este beneficio se comienza a repetir el comportamiento. De esta manera se puede convertir en una conducta adictiva.
Cuando ya se habla de un adicto, se está hablando de una persona que no puede dejar de mentir, y que la mentira se ha convertido en una parte de su comportamiento y manera de relacionarse con los otros. Inclusive se puede sentir indefenso si no decora la verdad con alguna mentira.
Entre los síntomas de esta adicción están:
-alto nivel de ansiedad cundo se hallan situaciones apropiadas para mentir.
-impotencia a resistirse a la mentira.
-pensamientos recurrentes que incitan a mentir.
Entre las manifestaciones están:
-búsqueda de aceptación y admiración de los interlocutores.
-baja autoestima y baja habilidad social.
-miedo a ser descubierto.
-aumento de la magnitud de las mentiras con el tiempo.
Mentiroso patológico.
“Sabían que era exagerado, pero nunca imaginaron que el muchacho era un mitómano”. En este ejemplo, se usa con el sentido de falsear la realidad.
“Son mitómanas del grupo de rock irlandés”. Se refiere en este caso, a mitificar a ciertas personas. Es sustantivo, femenino, plural.
“Al haber sido descubierto, cayó en una profunda depresión que lo obligó a ir al psicólogo y confesar abiertamente que es un mitómano”. Aquí, se aplica a alguien que reconoce su enfermedad.