Preocupar es una palabra que proviene del latín. Deriva de praeoccupare. Este verbo está constituido por el prefijo prae- que indica delante, antes; por oc- prefijo derivado de ob- que tiene por significado: enfrentamiento más el verbo capio, capis, capere, cepi, captum cuyo concepto es capturar, agarrar.
Clase: verbo, infinitivo, 1era conjugación.
La primera definición de este verbo es ocupar una cosa el pensamiento de una persona, a la vez que le causa inquietud o temor. En este caso se construye con régimen preposicional “por”.
Otros conceptos son: ser cierta cosa objeto de atención por parte de una persona por darle importancia y que acomoda a ella su comportamiento; tener un pensamiento obstinado que causa desesperanza.
Asimismo es ocupar de manera anticipada una cosa u objeto, o prevenir a alguien en la adquisición de ese objeto o cosa.
También significa inclinar el ánimo de alguien a favor o en contra de una cosa o de otra persona.
Otro concepto de este vocablo es ocupar una cosa con anticipación.
Puede referirse además a dar importancia a algo.
Como pronominal es sentir preocupación.
Sin dudas sentirse preocupado o sentir preocupación siempre tiene un componente de angustia e inquietud. Aun cuando la preocupación de una persona se suponga leve, por ejemplo, no llegar a tiempo a pagar algo que había planeado hacerlo aunque todavía no haya vencido. Mucha más angustia e inquietud tendrá por supuesto, aquel individuo que tiene un problema mayor como puede ser haber perdido su trabajo o tener que dejar la casa que alquila.
En estos casos, no obstante, hay elementos de la realidad objetiva que hacen que la persona se sienta presionada.
Pero existen otras situaciones en las que las personas se preocupan sin que exista objetivamente ninguna causa o razón. Es el caso de quienes se basan en suposiciones, hipótesis, análisis que solo son construcciones mentales que lo único que hacen es generar ansiedad. Preocuparse por lo que puede suceder dentro de un año, inclusive un mes o dos días, es poner el objetivo en un futuro, perdiéndose la posibilidad de anclar en el presente. Y bien se sabe, porque ya muchos psicólogos, psiquiatras, terapeutas y consejeros, entre otros, recomiendan justamente mantenerse en el aquí y ahora.
El presente no solamente reduce el estrés y la ansiedad, sino que brinda la concreta posibilidad de la reflexión, de la acción y de todo movimiento que será la base para todo lo que venga a posteriori.
Por eso cuando la mente comienza a marcar los indicios de preocupación, lo mejor sería recordar el dicho: “más que preocuparse hay que ocuparse” o sea ocuparse de vivir siendo consciente de cada respiración y cada paso que se da a cada momento.
Desasosegar, intranquilizar, afligir; ocuparse, cuidar, interesarse.
Tranquilizar, desentenderse.
“Se ha preocupado muchísimo desde que perdió su trabajo porque no consigue otro y de él depende toda su familia”. En este ejemplo, se usa con el sentido de inclinarse el ánimo de una persona ante una eventualidad. El verbo está conjugado.
“Preocuparse por el bienestar de su pueblo ha llevado al presidente a tomar como primeras medidas de su gobierno todas aquellas que tuvieran esa finalidad”. Aquí, se aplica a sentir preocupación.
“Todos nos preocupamos por llegar a tiempo al encuentro”. Se refiere en este caso, a cumplir con un horario acordado. El verbo está conjugado.