Razonar es un término que ha nacido a partir del latín. Se origina en ratio, rationis que es razón, cálculo, cuenta, facultad de calcular, razón, juicio, inteligencia, entre otros significados. Y que procede a su vez del verbo reor, reris, reri, ratus sum, ratum que significa creer, pensar, juzgar, al que se le ha agregado el sufijo –tio(n) que señala acción y efecto.
Sobre la base del sustantivo se agrega el sufijo –ar que es la terminación de la acción verbal.
Clase: verbo, infinitivo, 1era conjugación.
Su primera definición es usar la inteligencia o la razón para organizar y exponer las ideas.
Y para realizar esto existen pautas que ayudan a que el razonamiento sea cada vez mejor, esto es que facilite las decisiones a tomar y las tareas que haya que llevar adelante.
Entre las pautas o consejos a seguir están, los que diseñó el psicólogo Edward Bono de Cambridge que son:
-No tomar una decisión precipitada. Muchas veces las reacciones instintivas a un determinado problema, suelen conducir a un error.
Debido a ello se aconseja la indagación, el cálculo de las ventajas o desventajas de tomar determinado camino, lo acertado o desacertado, etc.
Bono lo sintetiza en tomarse al menos tres minutos siguiendo la pauta: más, menos, interesante.
-Medir las consecuencias. Esto significa que es poner en juego la imaginación. Ubicarse en el tiempo, en 5, 10 o más años. O sea prever el futuro que se tendría al haber tomado cierta decisión. Sea tanto negativa como positiva.
-Tener en cuenta todos los factores. No dejar nada sin analizar; reflexionar sobre todos los aspectos de una determinada decisión. Esto evita que en el camino elegido, cuando surjan dificultades, no tomen de sorpresa a la persona. La recomendación en este caso es efectuar un listado de todos los factores de la resolución para ayudar a cualquier juicio relevante que haya que realizar.
-Tener en cuenta las prioridades. No dejar que el motor sea la pasión, sino que se puedan ver todas las alternativas que hay y ver qué influencia tienen en la decisión a tomar.
-Descubrir cuáles son los objetivos a alcanzar. Esto se puede plasmar a través de una lista sobre lo que lleva a la persona a actuar de determinada manera, para ver con claridad la meta.
-Buscar otras perspectivas. Cuando se descubren las diferentes prioridades, se puede tener en cuenta a todas, aun las que parecen más absurdas, que luego se pueden dejar de lado frente al objetivo que se busca.
-Empatía o la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Es anotar, lo que otra persona argumente, o tenga en cuenta porque puede dar soluciones inesperadas.
Otras definiciones de este vocablo son: exponer algo justificándolo con argumentos; hablar con una persona.
En el caso de dictámenes o cuentas, es exponer los documentos o las razones en los que se apoyan sus soluciones o datos.
Discurrir; pensar; argumentar; exponer; entender; demostrar.
Disparatar, desenfrenarse, delirar, desvariar, desatinar.
“Razonar es una de las cualidades en las que se destaca este hombre”. Se refiere en este caso, a una persona que hace uso de su raciocinio.
“El profesor de matemáticas le ha dicho que al quinto ejercicio del examen no razonó correctamente”. Aquí, se aplica a justificar algo con un argumento. El verbo está conjugado.
“Razonar los jueves a la tarde con sus amigas, es una de las actividades que más le gusta hacer.”. En este ejemplo, se usa con el sentido de hablar.