El término vivir procede del latín (ver vivir).
La palabra disipadamente se origina en el verbo disipar y este proviene del latín. Deriva de dissipo, disipas, dissipare, dissipavi, dissipatum que está compuesto por el prefijo dis- que señala separación múltiple y por el verbo supare, un verbo muy antiguo, con el significado de echar, arrojar.
Sobre el participio español del verbo se le añade el sufijo -mente que indica modalidad. Por lo tanto su concepto etimológico es el modo o la manera de echar, arrojar por todos lados, esparcir, dilapidar
Clase: locución formada por un verbo, infinitivo, 3era conjugación (vivir) y por un adverbio de modo (disipadamente).
La definición correspondiente a esta frase es tener una forma de vida apegada a las diversiones, placeres, y con gran relajamiento moral.
Quizá el personaje histórico más conocido por vivir disipadamente sea el célebre Giovanni Giacomo Casanova que nació el 2 de abril de 1725 en Venecia y falleció el 4 de junio de 1798.
Hijo de una actriz famosa y de Gaetano Casanova, tuvo una infancia difícil, debido a que su padre murió cuando él era pequeño y a que su madre estaba mucho tiempo en giras teatrales, dejando a sus hijos con la abuela.
Si bien era un niño de constitución débil, era por el contrario, muy inteligente. Así aprendió a escribir y leer en francés, latín e italiano. Y mientras estudiaba en Padua con el doctor Grozzi, testimonia en sus memorias que perdió su virginidad a los 11 años.
Su madre quería que fuera eclesiástico, camino que inició pero ya con serios problemas de conducta. Ya que ni bien entró al servicio del cardenal Acquaviva, comenzó enamorar a cuanta mujer se le cruzara. Inclusive existió un supuesto secuestro de una dama en el que estuvo implicado, con lo que tuvo que salir de la Iglesia.
Desde ese momento viajó por Europa teniendo muchos trabajos: predicador, secretario, alquimista, director de loterías violinista, soldado y espía.
Era adicto al juego y sabía todas las trampas que se podían realizar con las cartas, tanto como maneras de seducir a las damas. Él mismo confiesa en sus memorias que podía estar con varias mujeres durante una misma noche. De hecho, sus conquistas amorosas llegaron a 132.
Todo eso lo llevó a verse envuelto en intrigas amorosas tanto como las políticas. Supo batirse a duelo, y moverse entre la nobleza europea, rodeado de lujos, placeres, buena comida y nada de trabajo. Llegó a España pero en Barcelona sedujo a la mujer del capitán general lo que lo llevó a estar en la cárcel durante 42 días.
Posteriormente fue encarcelado por práctica de magia pero se liberó con una espectacular fuga.
En Francia fue favorito de Luis XV y también amante de la marquesa de Pompadour.
En 1785, se retiró al castillo de un amigo para escribir sus memorias donde relata sus amores y aventuras. Allí confiesa que tomaba chocolate caliente con canela y nuez moscada que le garantizaban sus proezas amorosas de estar horas con una mujer manteniendo relaciones sexuales.
“Desde que se separó de su esposa ha comenzado a vivir disipadamente, dilapidando tiempo, dinero, energía y salud”. En este ejemplo, se usa con el sentido de alguien que no se cuida.
“Desde que apareció en las redes sociales el comprometido video íntimo, todos consideran que la actriz vive disipadamente”. Se refiere en este caso, a hacerse público este tipo de conducta.
“El sacerdote centró su sermón sobre el pecado que implica vivir disipadamente”. Aquí, se aplica al ámbito religioso.