La palabra reflexionar se forma a partir de reflexión y ésta proviene del latín. En efecto se origina en reflexio, reflexionis (ver reflexión de la luz).
Al formante reflexión- se le suma -ar que señala la formación de los verbos.
Clase: verbo, infinitivo, 1era conjugación.
La definición de este vocablo es considerar algo con detenimiento.
Otro significado es examinar una persona sus operaciones psíquicas y la coherencia de sus razonamientos.
De esta manera una persona que reflexiona analiza todo lo que sucede a su alrededor. Está atenta al comportamiento de los otros, tiene un total y cabal conocimiento de su medio y de la forma en que actúan las personas que la rodean.
Es alguien que sabe escuchar y no interviene hasta estar segura de saber qué decir o hacer. Asimismo tiene conocimiento de sus emociones, y por eso no actúa con precipitación sino que medita sus decisiones para saber las ventajas y desventajas que tendrá al hacer algo. Por lo tanto también reflexionan no solamente sobre su presente, sino también sobre las posibilidades futuras ya que tienen objetivos definidos y claros.
Habitualmente se trata de un tipo de personalidad introvertida, serena y tranquila, cuya opinión es valorada por los otros. Porque además es quien aprende de sus errores, ya que reflexiona sobre lo ocurrido y trata de entender cuál ha sido su equivocación.
De esto se deduce que ser una persona reflexiva ayuda a tener un mayor desarrollo personal y conocimiento de sí mismo. Ya que la reflexión permite la mirada hacia el interior, con una actitud objetiva, realista y sincera de lo que se siente, se quiere, de los aciertos y desaciertos. Reflexionar es posicionarse como un observador, tratando de alejar toda subjetividad y sentimientos para ver con claridad lo que realmente pasa dentro de cada uno. Esto por supuesto, genera más seguridad e independencia.
Aunque parezca difícil o complicado, en realidad ser reflexivo es una cuestión de cambiar hábitos o costumbres. Por ejemplo, tomar la costumbre de meditar, que tranquiliza interiormente, permitiendo que los pensamientos pasen y dejen lugar al vacío del que con certeza surge la paz, la alegría y la verdad.
Además de tomar la costumbre de la meditación, es muy importante no hablar y actuar de manera impulsiva, sino aquietarse en la medida de lo posible, aun en las situaciones extremas para tener mente y emociones más estables. Esto puede lograrse a través de la respiración.
Y algo muy importante es tener el tiempo para estar a solas con uno mismo. Pero esto no implica solamente estar solo en un lugar, sino estar introspectivamente solo, o sea mirando hacia el interior y en lo posible, en silencio. El silencio es el umbral del verdadero conocimiento.
Meditar, cavilar, considerar, examinar, observar, pensar.
Ignorar, distraerse, descuidarse, desinteresarse.
“Saben que es una persona muy impulsiva por eso le pidieron que esta vez antes que nada reflexione y después actúe”. En este ejemplo, se usa con el sentido de detenerse y pensar. El verbo está conjugado.
“Lo sucedido dentro de su familia lo hizo reflexionar sobre su próximo paso: alejarse o aclarar las cosas aunque a nadie le guste”. Se refiere en este caso, a sopesar una situación y cómo actuar frente a ella.
“Frente a lo ocurrido políticamente, el presidente dijo en su discurso: ‘Reflexionemos entre todos para que no vuelva a ocurrir nunca más algo así”. Aquí, se aplica a un llamado a recapacitar. El verbo está conjugado.