¿Qué es dar la lata?

dar la lata

“Dar la lata” es una expresión conocida por muchas comunidades lingüísticas del español. Se sabe que “dar la lata” es lo que hace una persona proclive a hablar mucho y de cosas que no le interesan a nadie.

La comparación entre el ruido de una lata al ser golpeada y de las palabras que repiquetean en el oído del interlocutor deja en claro que en ambos casos lo que ocurre es una verdadera molestia.

Sin embargo en Chile existe una expresión muy parecida que no tiene que ver con hablar sino con no tener ganas de hacer algo.

Clase: frase coloquial formada por un infinitivo de primera conjugación (dar); un artículo definido femenino singular (la) y un sustantivo femenino singular (lata).



Definición de dar la lata



La definición de la expresión “dar la lata” tan común en España y en algunos países de Latinoamérica, es dejar en claro que alguien está molestando, hablando continuamente de cosas que no tienen importancia. También por supuesto, tiene el significado de referirse a alguien que habla por demás.

Con respecto a su origen existen varias posibles explicaciones.

La primera, defendida por Fernando Lázaro Carreter sostiene que  quienes daban la lata eran los soldados viejos, durante el siglo XVII, cuando iban de despacho en despacho mendigando que se los recompensara por sus proezas y heridas que demostraban con rollos de documentos que sacaban de adentro de unos tubos de lata. De esa manera pedían una recompensa como una pensión o compensación económica por los servicios que prestaron a la patria y las secuelas que sufrieron por ello.dar la lata

La segunda, cree que esta expresión se origina en Málaga, España, donde se supone que se vendía a los presos, dentro de la cárcel, una especie de licor de mosto hecho a base de vinos y aguardientes sobrantes. Los presos compraban dicho licor en latas con lo que llegaban a una profunda borrachera que se comprobaba por la bullicio y el alboroto que hacían. Esto por supuesto, era sumamente molesto para el resto de los presidiarios y la vigilancia.

La tercera, tiene que ver con la proximidad de los viejos dichos “dar la tabarra” o “dar la murga” con la que se daba a entender la molestia que producía que alguien golpeara instrumentos de percusión como cencerros, zambombas, etc. en ocasión de festejar las segundas nupcias de un viudo o una viuda.  En esas fiestas llamadas “cencerradas” las hojas de lata, y posteriormente la hojalata comenzaron a utilizarse con ese fin y de ahí que pasó de los antiguos dichos a “dar la lata”.

En Colombia y México al igual que en España este dicho significa molestia.

Por extensión para un español coloquialmente hablando “una lata” es algo que es pesado, aburrido y que no se quiere hacer.

Cabe agregar que esta locución también existe en otros países latinoamericanos: en Argentina tiene un valor similar aunque es una expresión que no se escucha habitualmente ya que ha quedado olvidada.

En Chile, con una ligera variación, anteponiéndole al verbo un pronombre personal objeto como: “me da lata levantarme”; “nos da lata salir con esta lluvia” significa que se está desganado o no motivado para hacer algo; que a la persona, como dicen los chilenos “le da flojera”. Aunque si llega a decir: “te da lata que no te lo hayan comentado” significa en ese caso amargura o también puede ser rabia.

Pero si un chileno utiliza el verbo tener: “tener lata” o de conjugado “estar latea’o” significa estar aburrido.

Ejemplos de uso y frases

“El empleado viene desde el despacho de su jefe quejándose de que no para de dar la lata”. Se refiere en este caso a hablar y hablar.

“El joven chileno le explicaba a su amigo íntimo español que en Chile, ‘dar la lata’ no se usa, pero sí se dice ‘me da lata’ que tiene otro significado muy diferente”. En este ejemplo, se usa con el sentido de comparación con la expresión chilena.

“Es especialista en dar la lata por eso cuando la gente lo ve llegar, todos rápidamente encuentran una excusa para apartarse”. Aquí, se aplica a alguien que es muy hablador.